La leyenda «El Anillo del Rey»
Esta temporada está terminando de una forma completamente atípica e inesperada y para los que disfrutamos de la nieve esto puede ser muy frustrante. Además, la preocupación por la salud de nuestros amigos y familiares y la incertidumbre que está provocando esta pandemia, puede hacer que nos sintamos derrotados.
En estos momentos, como en todos, creemos que es muy importante pensar de forma positiva pero con los pies en la tierra, siendo conscientes de la gravedad de la situación pero manteniéndonos fuertes y con ganas de avanzar – en esta línea, hemos encontrado esta leyenda que nos ha gustado mucho y que queremos compartir contigo, ¡esperamos que te guste y nos alegraremos muchos si te ayuda – aunque sea un poquito – durante estos días!
Una vez, un rey dijo a los sabios de su Consejo:
– «He mandado hacer un bonito anillo con un diamante a uno de los mejores artesanos del reino. En este anillo quiero guardar un mensaje que me ayude en momentos difíciles. Una frase que me pueda servir cuando esté desesperado y que ayude a mi futura descendencia. Este mensaje tiene que ser breve para que quepa debajo del diamante del anillo».
Todos los sabios escucharon el deseo del rey y, a pesar de que eran grandes eruditos que podían haber escrito interesantes y amplios tratados, no podían pensar en un mensaje de dos o tres palabras que cupiera en el anillo. Pensaron durante muchos días, rebuscaron en sus libros de filosofía pero seguían sin encontrar nada que cumpliese el cometido que les había dado su rey.
El rey tenía un sirviente muy querido ya que había sido también sirviente de su padre y había cuidado de él cuando su madre murió. Era como parte de la familia y tenía el respeto de todos. Por ello, el rey también le consultó a él.
El sirviente le respondió: «No soy un sabio, pero sé cuál es el mensaje».
El rey le preguntó: «¿Cómo lo sabes?»
A lo que el sirviente, contestó: «En mi larga vida en Palacio, he conocido todo tipo de gente y, en una ocasión, me crucé con un maestro. Era un invitado de tu padre y yo me ocupé de sus necesidades durante el tiempo que estuvo aquí. Cuando se marchaba, lo acompañé para despedirlo y, en señal de agradecimiento a mis servicios, me dijo este mensaje.»
Entonces, el sirviente escribió en un papel muy pequeño el mensaje, lo dobló y se lo dio al rey.
«No debes leerlo» – le dijo – «Mantenlo oculto en el anillo y léelo solamente cuando te encuentres en una situación sin salida».
Esa situación no tardó en llegar, puesto que el reino fue invadido y el reinado se vio amenazado.
El rey estaba escapando a caballo para salvar su vida y sus enemigos lo perseguían. Él estaba solo y sus enemigos eran muchos. Hubo un momento en el que llegó a un sitio donde el sendero acababa y en frente solo había un precipicio. Si cayese por él, significaría su muerte. Si daba la vuelta, se vería atrapado por sus enemigos. Los oía cada vez más cerca.
En ese momento, recordó su anillo. Sacó el pequeño papel, lo desdobló y allí encontró el pequeño mensaje, absolutamente valioso para el momento.
El papel simplemente decía: «ESTO TAMBIÉN PASARÁ».
Fue entonces cuando se dio cuenta de que de repente había un profundo silencio.
Sus enemigos debían haberse equivocado de camino por la frondosidad del bosque. Ya no oía ni sus voces ni el trote de los caballos.
El rey sintió un profundo agradecimiento a su sirviente y al maestro desconocido que le había dado el mensaje. Dobló el papel, lo guardó de nuevo en su anillo, reunió a su ejército de nuevo y reconquistó su reino.
El día de la reconquista, para celebrar la victoria, hubo una gran fiesta en la ciudad y el rey estaba muy orgulloso de sí mismo.
El sirviente, que estaba a su lado, le dijo: «Querido rey, es momento de que leas nuevamente el mensaje de tu anillo.»
«¿Por qué?» – dijo el rey – «Si este no es un momento difícil si no todo lo contrario: es un momento muy alegre, todo el mundo celebra mi retorno y me agradece que hayamos vencido al enemigo.»
Entonces, el sirviente, le dijo: «Este mensaje no es solamente para momentos desesperados si no que también es para momentos placenteros. No debe recurrirse a él únicamente cuando te sientes vencido, si no también, cuando te sientes vencedor. No es solo para cuando no salen bien las cosas si no también para cuando salen a la perfección.»
El rey abrió nuevamente el anillo y leyó: «ESTO TAMBIÉN PASARÁ»
Y, de nuevo, volvió a sentir la misma paz y el mismo silencio en medio del alboroto que había sentido aquel día de la huida al borde del precipicio. Pero su ego y su orgullo habían desaparecido. El rey comprendió el mensaje: todo es transitorio, tanto lo malo como lo bueno.
En ese momento, el sirviente, le dijo: «Debes recordar que todo pasa. Nada es permanente. Como el día y la noche, hay momentos de alegría y de tristeza. Tienes que aceptarlos como parte de la vida, porque son parte de ella.»
¡Muchas gracias por contribuir a este bonito proyecto que es Landing Snowboard y nos vemos la próxima temporada!
– Equipo Landing Snowboard
? Muchísimas Gracias, deseo de todo corazón que estéis todos bien. Nos vemos pronto porque esto pasará y sabremos disfrutar mejor de los buenos momentos, ya que lo sabremos valorarlos más. Mucha Fuerza!!!??
??
Muy bueno
Gracias
Hola Familia
Gracias por el mensaje y la reflexión
Le deseamos animo y salud a todos
Good vibes
Alan & Arielo
Shaka ?